Este bello ejemplar es el más inusual, ya que es el único que no tiene los ojos verdes, sino que los tiene de un azul intenso y profundo. Su mando es uniforme y de un blanco glaciar, y curiosamente no se les cruza con otros gatos orientales para conseguir su color, sino que lo hacen con siameses para asegurar el característico color azulado de sus ojos.