El gato Burmés europeo tiene sus orígenes en el gato Burmés americano, ya que durante la Segunda Guerra Mundial, los americanos llevaron gatos burmeses a Europa, y así comenzó la transformación del Burmés americano en un gato mucho más estilizado.
En los años 50 comenzó la cría del gato Burmés en Gran Bretaña, y para 1952, la raza fue reconocida por el United Kingdom’s Governing Council of the Cat Fancy (GCCF) . Pero no en todos los países se ha reconocido como raza, ya que en Estados Unidos, Australia y Nueva Zelanda, no lo está.
En general, el gato Burmés europeo, es más delgado y atlético que su predecesor americano. Es de tamaño mediano, llegando a pesar las gatas hasta 4 kilos y los machos, hasta 6. En general es un gato menos corpulento y más estilizado, alcanzando su tamaño adulto de los 9 a los 10 meses.
Características del Gato Burmés Europeo
Como comentamos anteriormente a grandes rasgos, el gato Burmés europeo es un gato mediano, compacto, redondeado (aunque mucho menos que el americano). Sus patas son delgadas y de longitud media y en general, de aspecto más oriental que su homólogo americano. Su cabeza tiene forma de triángulo, achatada, de cara redonda, ojos redondos y dorados y las orejas bien separadas e inclinadas hacia adelante. Su cola es recta y mediana. El manto es corto, fino, brillante, ligero y sedoso. En cuanto a sus colores, son variados (hasta diez), pero el canela y el cervato no están reconocidos.


Carácter del Gato Burmés Europeo
El gato Burmés europeo, es un animal muy sociable. Le encanta la compañía y están muy unidos a su familia. Curiosamente, es un gato que odia estar solo, aunque adora sus momentos de paz y tranquilidad. Son gatos muy observadores cuyo pasatiempo favorito podría ser admirar el mundo a través de una ventana o un balcón. Cuando es jóven, el gato Burmés es bastante activo y juguetón, por lo que sí tienes niños en casa, será el compañero ideal para ellos. En general es un gato inteligente, sociable, muy fiel a su familia, buen cazador y viajero.
Cuidados básicos y salud del Gato Burmés Europeo
El Burmés europeo es un gato fuerte y saludable. Hasta la fecha no se le ha determinado ninguna afección genética característica. Su esperanza de vida alcanza de los 18 a 20 años, así que es una de las razas con mayor esperanza de vida. El cuidado del gato Burmés es bastante sencillo y básico. Un cepillado semanal es suficiente para preservar su ligero, brillante y sedoso pelo. En cuanto a su limpieza, es recomendable comprobar una vez a la semana, que sus orejas y ojos están libres de suciedad. Por lo demás, bastará con acudir a sus revisiones veterinarias para su vacunación y desparasitación.
Otro aspecto a destacar en cuanto a las características propias de este gato es que es muy sensible a la temperatura, recordemos que proviene del sudeste asiático, por lo que no acepta bien los climas fríos y habrá que proporcionarle un ambiente templado o abrigarlo si lo sacamos de paseo.